Por motivos de trabajo, desde hace algunos años, visito Almuñécar el día 15 de Agosto con un grupo de aproximadamente 100 personas y nunca había experimentado, ni tan siquiera pensado, en la desprotección que padecemos siendo espectadores de un evento como este.
Este año dentro del grupo venia una sobrina que está de visita en la Costa del Sol, ya que reside en Lleida en donde adelanta sus estudios de Master y decidimos llevarla a este especial evento. Nos hallábamos en la zona de la Acera del Mar, junto con las miles de personas que acuden al espectáculo pirotécnico y detrás de las vallas instaladas por el Ayuntamiento, que uno imagina están colocadas a una distancia prudencial para la protección del público, cuando una de las bengalas cayó dentro del público y golpeo a mi sobrina en la cara. Afortunadamente su reacción fue cubrirse con las manos y el impacto lo recibió en la mano izquierda, la frente y el pelo. Al ver lo que había sucedido comenzamos a buscar ayuda y un policía local nos indicó en donde estaba el puesto de Protección Civil, pero con la muchedumbre no veíamos el lugar y nos acercamos a un bombero que muy amablemente busco agua y le echo agua en la quemadura mientras nos indicaba el lugar, que ya estaba muy cerca.
Al llegar allí encontramos a un hombre mayor a quien le había caído en la cabeza un casquete metálico causándole una herida en la cabeza. Solo había una chica en este puesto de atención y ella le indico a mi sobrina que pusiera la mano bajo el agua mientras podían atenderla, pues allí no tenían medios, ni siquiera una crema porque todo estaba dentro de la ambulancia que se había ido a llevar a otra persona herida. No tardó mucho en llegar un chico y fue a buscar la crema en la ambulancia que ya había regresado. Unos minutos después le hicieron una cura con crema y gasas y nos dijeron que por la intensidad del dolor de las quemaduras sería bueno que tomase un calmante, ibuprofeno o paracetamol, pero que ellos no contaban con ningún medicamento. Al preguntarles sobre la farmacia de guardia nos dijeron que la de turno estaba completamente al otro lado de Almuñécar, lo que hacía imposible que caminado pudiésemos ir hasta allí y volver a la estación de autobuses en donde nos esperaban los dos autobuses con los que habíamos ido.
A estas alturas, el conductor de uno de los autobuses y la otra guía nos informaron que ya estaban listos para salir y además de la preocupación por mi sobrina, estaba la preocupación por el grupo pues no queríamos retrasar su salida, ya que son todos gente mayor de la zona de Fuengirola- Mijas y Vélez Málaga, así que nos acercamos a un guardia civil a quien le explique lo que nos había sucedido y que necesitábamos que nos indicara la ruta más rápida y corta hacia la Estación de Autobuses a lo que “muy amablemente” me contesto que ellos no eran un servicio de taxi y a mi pregunta sobre si había otra farmacia más cercana nos contestó que ellos no tenían información al respecto. Ante su respuesta en el mismo tono borde con el que nos contestó, le dije que en ningún momento le estábamos pidiendo transporte sino su colaboración dándome información sobre su pueblo, que imaginamos conocerá mejor que nosotros. Nos indicó la ruta, pero mi marido que ya estaba muy alterado al ver la escasez de recursos, medios y organización en un evento como este que colapsa las calles y que involucra miles de personas, le dijo al Guardia Civil que ojala nunca le sucediese algo así con un familiar o uno de sus hijos.
Llevamos 32 años viviendo en España, somos españoles de nacionalidad y nos sentimos españoles en todos los aspectos, pero nacimos en Colombia y aun conservamos el acento lo que nunca ha sido ni un obstáculo ni motivo de comentarios discriminatorios o racistas o de actitudes desagradables, hasta anoche que la respuesta del otro Guardia civil que estaba allí , fue “a Colombiano” y algo más que no entendimos pero que no venía al caso porque creo que el acento no debería hacer diferencia en el trato a aquellos que se acercan a un guardia civil a pedir información. Más aun cuando en las ocasiones en las que hemos pedido orientación o ayuda a la Guardia Civil siempre hemos encontrado gente educada, informada y caballerosa.
En una situación como esta no queda más que preguntarse ¿qué pasaría en Almuñécar si hay más de 3 heridos a la vez?, ¿qué pasaría si se presentan situaciones graves y masivas, más aun en un momento como el actual de tanto riesgo?
Queremos agradecer la amabilidad y la humanidad de aquellos que nos ayudaron, especialmente los voluntarios del puesto de Protección Civil que a pesar de la nulidad de recursos se entregan para ayudar a la comunidad sin perder la amabilidad y la sonrisa y a un chico de Almuñécar que al escuchar nuestra conversación con la Guardia Civil se ofreció para acompañarnos hasta la Estación de autobuses y también llamar la atención del Ayuntamiento sobre la prevención de los posibles accidentes que puedan suceder en eventos tan populares como este y que son responsabilidad del Ayuntamiento y de las autoridades locales en beneficio de todos los que visitamos y participamos en sus fiestas locales.
Gloria Uribe Cifuentes