Tras varios años celebrándose ‘oficialmente’ en la plaza de la Constitución de Almuñécar, La Herradura tomó el relevo, viviendo l la noche con un gran ambiente.
Con la caída de la tarde, la citada plaza herradureña se fue llenando de público. Destacaron los pequeños que, acompañados de su padres y en muchos casos el resto de la familia, lucían tradicionales u originales disfraces para disfrutar de la noche de terror.
Una gran imagen sobre el escenario y una pancarta de bienvenida sobre el mismo, con un “Feliz Halloween” y el sonido musical correspondiente, fueron las referencias del punto de concentración donde se desarrolló, hasta la media noche la fiesta, convocados por la Tenencia de Alcaldía de La Herradura.
Bajo el escenario de la plaza de la Independencia y ocupando un espacio en el aparcamiento, el grupo juvenil herradureño, Enebro, contando con la colaboración municipal, situaron el “Pasaje del terror” que visitaron decenas de personas.
Poco a poco y en grupo reducidos iban entrando y recorriendo el mencionado pasaje que escenificaron. Desde el cementerio hasta la mesa camilla más cruda y terrorífica pasando por otros elementos hizo que grandes y pequeños formaran una gran cola para visitarlo.
En la plaza, con una excelente climatología, no faltaron las castañas de Enebro, los pestiños de Meni o las palomitas para degustar, mientras se fallaban sobre el escenario los concursos de calabazas disfrazadas o los propios disfraces de los pequeños. Ernesto Barbero hizo de maestro de ceremonias y fue dando paso a decenas de disfraces que optaron a los premios.
Desde la Tenencia de Alcaldía, su titular, Juan José Ruiz Joya, que asistía al evento sorprendido por la gran respuesta de los vecinos, quiso “agradecer la participación y, muy especialmente, la colaboración del grupo Enebro”, dijo.
Halloween llegó con fuerza al municipio turístico sexitano hace años, y a tenor de la participación de los pequeños, y la complicidad de los padres, la fiesta más terrorífica del año está consolidada.